La tarde de este miércoles, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, se vivió un ambiente de tensión cuando legisladores del PRI colocaron una lona en los palcos del pleno durante la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación 2026 (PEF 2026).
La lona, que contenía imágenes y mensajes críticos hacia Morena, detonó empujones entre diputados de distintas bancadas. En medio del forcejeo, cámaras captaron el momento en que el priista Juan Moreno de Haro empujó a diputadas y diputados de Morena que se encontraban en la parte baja del salón de plenos.
El incidente obligó a la Mesa Directiva a decretar un receso inmediato, mientras los coordinadores parlamentarios intentaban calmar los ánimos. Durante esos minutos, los gritos y reclamos cruzados convirtieron el recinto en un campo de acusaciones.
El coordinador del PRI, Rubén Moreira, señaló que Morena ha intentado sacar ventaja política del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo. En respuesta, legisladores morenistas calificaron la lona como un acto de provocación y acusaron a la oposición de obstaculizar los trabajos legislativos.
Desde el micrófono, la bancada de Morena exigió respeto y pidió no convertir el recinto parlamentario en un “escenario de confrontación mediática”. Además, insistieron en que el debate sobre el presupuesto requiere responsabilidad y altura política.
Durante el receso, la presidenta de la Mesa Directiva convocó a los coordinadores de los grupos parlamentarios a dialogar. Se acordó que, para evitar nuevos incidentes, se prohibiría el uso de mantas, carteles o imágenes ofensivas dentro del pleno.
La lona que desató el altercado mostraba la frase “Mientras esta pareja de cínicos y corruptos pasean en la playa, asesinan a los mexicanos”, acompañada de fotografías de dos figuras públicas identificadas con Morena. Esta acción fue considerada una provocación por parte de la mayoría parlamentaria.
El incidente volvió a evidenciar la polarización política que domina el Congreso mexicano, donde las discusiones legislativas se ven frecuentemente interrumpidas por actos de protesta o enfrentamientos verbales entre bloques rivales.
Aunque la sesión fue reanudada posteriormente, el ambiente en San Lázaro quedó marcado por la desconfianza y el enojo entre las bancadas, en vísperas de una de las votaciones más relevantes del año.