Por Bruno Cortés / CEO Maya Comunicación
Google ejecutó un ajuste global en su motor de búsqueda que cambió las reglas del juego para millones de creadores. La nueva actualización, conocida como “Core Update Phantom”, busca frenar el uso masivo de inteligencia artificial en la generación de textos sin supervisión editorial. El resultado fue inmediato: más de 1.8 millones de páginas web perdieron visibilidad o desaparecieron de los resultados en menos de una semana.
El cambio responde a una tendencia creciente de saturación de contenido automatizado, que, si bien aumenta el volumen de publicaciones, reduce la calidad y la confiabilidad de la información. Google estableció un umbral del 40 % como punto de penalización: si una página supera ese porcentaje de texto generado por IA sin intervención humana, el algoritmo reduce su posicionamiento de manera drástica.
Pese a la magnitud del impacto, tres nichos lograron mantener e incluso mejorar su posicionamiento: salud mental, finanzas personales y herramientas SaaS. Los analistas coinciden en que estos sectores sobrevivieron por haber aplicado lo que se conoce como “método E-E-A-T inverso”, basado en demostrar experiencia y autoridad desde el primer párrafo, antes que en la estructura o la optimización técnica.
Un ejemplo emblemático fue el de un blog especializado en terapia en línea, que ascendió al primer lugar de búsqueda con un artículo firmado por una psicóloga certificada. El texto incluía su número de licencia profesional y una breve descripción de su práctica clínica en el primer bloque visible, lo que otorgó al contenido una credibilidad inmediata ante el algoritmo.
Este enfoque refleja la evolución del concepto E-E-A-T (Experiencia, Experticia, Autoridad y Confianza), que Google utiliza para evaluar la calidad del contenido. En su versión inversa, los autores colocan su experiencia personal o profesional como punto de partida, reforzando su identidad como fuente legítima.
Para los creadores de contenido, la actualización marca un giro hacia la autenticidad verificable. Ya no basta con redactar textos correctos o cumplir con palabras clave; ahora se requiere demostrar quién está detrás de la información. Las “micro-credenciales” —certificados breves o insignias digitales emitidas por instituciones reconocidas— se han convertido en una herramienta eficaz para elevar la confianza algorítmica.
Los especialistas recomiendan centrarse en calidad sobre cantidad: un solo artículo con un enfoque validado y evidencia de autoría puede generar hasta 5 000 dólares mensuales en ingresos por afiliación o productos digitales, superando ampliamente a estrategias basadas en volumen.
El impacto de “Phantom” ha generado un consenso entre editores y agencias: el futuro del SEO pertenece a los humanos que sepan usar la IA como herramienta, no como sustituto. La autenticidad, el respaldo profesional y la voz personal serán las nuevas métricas de éxito en la era post-automatización.
